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La miseria del decrecimiento. De cómo salvar el planeta con el capitalismo dentro

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De comó salvar el planeta con el capitalismo dentro


E n el planeta, es sabido que conviven varios modos de producción, pero el dominante es el capitalismo. La tierra es la sede central del sistema. A efectos estructurales, podríamos señalar cuatro dimensiones del capitalismo, relacionadas de forma sistématica entre ellas: la económia, la social, la política y la ecológica.

En su lógica de desarrollo, el capitalismo las utiliza a todas ellas, siempre con impactos negativos, en unas más que en otras, siempre dependiendo del modelo de acumulación y del momento. Sin embargo para los ecosocioecologistas, la única dimensión que parece existir y preocuparles es el impacto que puede tener el "ser humano" en la utilización de los recursos naturales, o de la ecología como algo parcial en el planeta.

Se denuncia al capitalismo porque preocupa la huella ecológica en la tierra, que no deja de ser consecuencia de las necesidades de desarrollo del propio sistema; pasan bastante inadvertidas las otras tres dimensiones del sistema como, si dentro de las mismas, fuesen igualmente compartidas por un igual por el ser humano, de forma que la convivencia fuese aqui dentro armoniosa; es decir, sin problemas económicos, sociales y políticos entre las poblaciones, o entre las clases sociales, como algunos preferimos considerar estas relaciones.

"El decrecimiento vio la luz en los departamentos universitarios, las asesorías del Gobierno y el gueto verde o izquierdista... El decrecimiento es el néctar de la tierra prometida, una verdad revelada, una receta válida en cualquier momento y lugar, un idealismo posmoderno, ahistórico." Miguel Amorós


 
A hora, tengo la sensación de que son los espíritus los que tocan las campanas y formulan prepotentemente propuestas como si fuesen nuevas tablas de la ley, algunas de forma sibilina en defensa del capitalismo, pero que suenan en los oídos de muchas personas como decálogos incuestionables y que los incorporan en su manera de pensar, o <>, de manera acrítica

Contra el sistema de mercados, aparece un espíritu que propone el comercio justo Contra el sistema financiero, aparece un genio que propone la banca ética Contra el sistema crediticio, aparece otro espíritu que propone los microcréditos Contra el sistema monetario, aparece otro genio que propone las monedas complementarias Contra el crecimiento, aparece un egregio personaje que propone el decrecimiento Contra el consumismo, aparece un nuevo espíritu que propone la austeridad, el consumo responsable Contra las empresas capitalistas, aparecen magos que proponen la economía social (cooperativas burguesas o empresas con responsabilidad social corporativa). Contra el desarrollo, aparecen unos imbuidos de todo que proponen el desarrollo sostenible, o la permacultura. Contra la economía de mercado y la democracia representativa aparecen unos duendes que proponen la democracia inclusiva, la democracia económica, la democracia participativa, la economía participativa, o la sociedad del buen vivir.


El capitalismo nos alimenta como personas, y nos hace vivir materialmente en la miseria. Pero, además, encuentra aliados que quieren que nos atormentemos pensando que somos los culpables de lo que el sistema aniquila en el planeta