Para circunscribir bien la debilidad teórica fundamental del TG y de la TMM, basta recordar la crítica de Fred Moseley en Ensayos de Economía Marxista respecto a los enfoques keynesiano y postkeynesiano, pues carecen de una teoría de la ganancia. Entienden la ganancia como un dato dado, lo que debilita en gran medida sus análisis macroeconómicos, pues no identifican adecuadamente el motor de la acumulación capitalista, deslizándose hacia posturas más liberales que socialdemócratas en asuntos económicos cruciales como la redistribución de la renta y la riqueza a través de otras medidas más adecuadas como la RB.
Y por ello José Iglesias en este artículo pone el dedo en la llaga al destacar el verdadero objetivo oculto del TG, mantener el statu quo, seguir con el proceso de transferencia de riqueza desde la clase trabajadora hacia la clase capitalista. ¿Quién gana con el TG? Se nos quiere hacer ver que los ganadores son los vagos desempleados, pero realmente la victoria es para las empresas, que consiguen externalizar en el sector público la mano de obra excedentaria, generando una perniciosa dualización del mercado laboral entre empleos rentables para el sector privado y empleos no rentables soportados por las arcas públicas..
Tampoco debe sorprendernos en exceso este escenario. El mismo Keynes que en su momento fue presentado como un revolucionario, en realidad fue un reformista de un cinismo liberal insuperable: Menos Estado, de acuerdo, pero el suficiente para reactivar el proceso de acumulación capitalista cuando la maquinaria privada colapsa. La misma hipocresía e incongruencia ideológica que muestran esos profesores de economía de universidades públicas cantando las excelencias del liberalismo y lo bien que gestiona el sector privado
En conversación electrónica con Enric Montesa (diciembre 2019) sobre estos temas, me puntualiza con claridad y brevedad los 3 puntos siguientes sobre el TG:
La crítica marxista a los seguidores keynesianos la resume estupendamente Hossein-Zadeh en su artículo (“Keynes is Dead; Long Live Marx!”. CounterPunch, 26/08/2014), es decir, ¡larga vida a Marx, Keynes ha muerto!.
Para más detalles adicionales se puede consultar, por ejemplo, el monográfico que recoge distintas aportaciones críticas sobre la TMM en el número 89 de la revista Real-World Economics Review, 2019. Así como el libro prologado por José Iglesias y otras compañeras baladrinas titulado Renta Básica: Análisis crítico con perspectiva de clase publicado en 2020.
Y es que, no lo olvidemos, el desempleo en el capitalismo tiene un carácter disciplinario e ideológico, pese a que quieran vendernos la moto de un juego técnico de oferta y demanda.
J. Agustín Franco Martínez, Barcelona, 14 de agosto de 2020
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