Republicano y antisistema
Pero todo este renacer, este despertar, se va haciendo al amparo o bajo el control de la industria discográfica. Todo el contenido de aquellas músicas con denuncia y protesta se van pervirtiendo y convirtiendo en una mercancía; esta “adaptación mercantil que exigen los nuevos tiempos” permite un modo de vida cómodo para el cantante y una fuente de beneficios para la propia industria;8de hecho, buena parte de los cantantes y grupos anteriores acabaronpor integrarse en la cultura democrática burguesa, descargando su mala conciencia con la participación en actos organizados por la izquierda monárquica.
¿Quién no ha oído alguna vez alguna canción de La Polla Records (LPR)?Sin embargo, he de decir que mi acercamiento más asiduo y mi admiración por este grupo provienen esencialmente de mi amistad con Manolo Sáez Bayona.Pude darme más cuenta de que es música políticamente comprometida, directa, sin ambigüedad, clara, como a mí me gusta: aquí no encontramos esepretendido izquierdismo de tantos cantantes y grupos, que se las dan de güais, pero que comen en lamesa del poder cuando les llaman, o defienden la industria discográfica en su ataque a la reproducción más barata de lossoportes musicales: cintas, compactos, videos, etc.