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Ante la falta de derechos ¡¡Renta Básica, ya!!

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Ante la falta de derechos


L a pobreza, la miseria, el hambre, el paro, la marginación, la pérdida de derechos sociales, no son más que indicadores, consecuencias de la injusticia social que genera el propio sistema capitalista: "el capitalismo necesita la desigualdad para poder funcionar; y continuamente reproduce la desigualdad como parte de su normal funcionamiento" (Collins; 1996)

¿Qué podemos hacer ante esta realidad? Somos ya varios los autores que pensamos que la RB puede ser un mecanismo de redistribución de la renta y un instrumento de lucha contra todas estas carencias que sufren las poblaciones que viven dentro del sistema capitalista. Teniendo en cuenta sus características, la RB incluso podría ser pensada y desarrollada como un sistema alternativo de protección social para el próximo milenio, un sistema que venga a sustituir las insuficiencias del modelo actual. Para desarrollar e implantar la propuesta del derecho ciudadano a la Renta Básica en el Estado español, una serie de colectivos críticos han celebrado ya dos encuentros en Málaga, unas jornadas en Barcelona y dos cursos de formación sobre la RB en Terrassa y Cuenca.1 Aparte de debatir el papel que puede jugar la RB, y de organizar acciones contra los problemas sociales que genera el sistema capitalista, se vio la necesidad de disponer de un material formativo que nos sirviese de ayuda en la reflexión y movilización para la consecución de esta meta tan ambiciosa. Por esta razón, hemos considerado la conveniencia de agrupar los textos de varios escritores sobre este tema en un solo libro para que puedan llegar conjuntamente a todas las personas y organizaciones preocupadas por la conquista de este derecho.

El contenido del libro se ha estructurado en tres partes. En la primera, los autores F. J. Martínez, D. Raventós, M. Sáez, y P. van Parijs, cada uno según su forma de interpretación, explican la justificación ética que sirve de fundamento a la RB, además de las características que definen el concepto, la riqueza de su temática transversal, y la medida en que esta propuesta ha de ser considerada como base de un nuevo sistema de protección social. En la segunda, se incluyen diversos trabajos de J. Iglesias Fernández que vienen a demostrar la viabilidad de la RB; desde la variante de su aplicación en un país pobre y asediado como Cuba, pasando por otro de los más ricos del mundo como Canadá, hasta la estimación realizada para España: los tres vienen conjuntamente a confirmar la posibilidad que tiene de ser implantada cuando confluyen la movilización social y la voluntad política. En la tercera parte, T. Etxabe, A. Morán, D. Raventós / R. Gisbert, y D. Teira se enfrentan a la controversia que suscita la RB: entre los temas más polémicos está el de su impacto en el mercado de trabajo (el peligro de la vagancia, el ocasionar salarios de miseria, la indignidad de los ingresos al margen del trabajo asalariado, la potenciación del modelo consumista, etc.); el de su impacto en las políticas sociales (financiación de las personas inactivas por parte de las activas, etc.); el de su costo y financiación, que se aborda en la segunda parte; y el impacto que pueda tener la RB en la eficiencia y la senda de crecimiento del modelo económico del capitalismo (aumento del consumo, presión inflacionista, desequilibrios sectoriales, escasez de recursos para la inversión, etc.); en esta última parte se reflexiona y debate sobre estos posibles impactos, así como se exponen los argumentos que todavía hablan positivamente a favor del derecho ciudadano a la RB. Todo ello va acompañado por un amplio encuadre conceptual / movilizador del tema de la RB a cargo del Coordinador del libro. Este marco de referencia está desarrollado en torno a cuatro ejes. El primero se centra en explicar algunos de los conceptos que habitualmente utilizamos, como son renta, ganancia, intereses, salarios, subsidios, etc., pero que encontramos frecuentemente mal aplicados por algunos autores. El segundo se dedica a exponer que entendemos por dictadura de la burguesía. El tercero explica la capacidad que tiene la RB para ser considerada un arma política idónea contra la ofensiva de la dictadura. Y el cuarto describe cuáles son las redes que, mediante la utilización de la RB, están debatiendo y movilizándose en Europa y España para presentar una contraofensiva a la globalización capitalista, a la implantación de la dictadura de la burguesía a escala mundial.

En la mayoría de los autores de habla inglesa se encuentra el uso frecuente del término Guaranteed Annual Income como equivalente al concepto de Renta Básica que se utiliza en este libro, mientras que la mayoría de los autores europeos que escriben sobre el mismo tema, más bien utilizan para el mismo concepto la expresión Basic Income. Siendo el concepto de Basic Income de Philippe Van Parijs el punto de partida de mis reflexiones, he traducido la expresión inglesa Basic Income por Renta Básica (RB). En esta primera parte de la introducción del libro vengo dando las razones lógicas sobre él por que, y la conveniencia, de utilizar la expresión Renta Básica, y no otros vocablos que se vienen aplicando recíprocamente como sinónimos. Comencé explicando por que se ha de emplear el concepto de Renta en vez de Ingreso, y ahora toca explicar porque he mantenido y mantengo el de Básica.


 
E n términos del contenido político, una buena síntesis de lo que puede suponer la RB para la ciudadanía en general, y la izquierda en particular, nos la ofrece F. Savater en Otra izquierda para España. Creo que hoy la principal diferencia entre izquierda y derecha en las democracias desarrolladas es que la primera sostiene que si ciertos derechos no son garantizados por las instituciones públicas a todos, -a despecho de azares biográficos o intereses mercantiles, la noción misma de ciudadanía se vacía de contenido...

Sería deseable desde la izquierda romper este círculo estudiando la posibilidad de un ingreso básico general de ciudadanía, entendido no como un subsidio (parados, jóvenes, ancianos), sino como un derecho de todos, a partir del cual pudiera optarse por trabajos remunerados, servicios sociales voluntarios... o la vida contemplativa. Es un proyecto revolucionario, si se quiere, pero no más de lo que fue en su día el sufragio universal. Obligaría a redefinir el mercado de trabajo, la relación entre productividad y retribución, el sentido de la protección social, etcétera. También se alcanzaría una nueva dimensión de la responsabilidad individual, entendida desde la libertad y no desde la cruda necesidad.

En términos de movilización ciudadana, no cabe duda que la implantación de la RB tiene la particularidad de poder articular un proyecto político común, y de responder a los intereses materiales y sociales de colectivos y organizaciones tan distintas como pudieran ser las personas paradas y pobres viviendo de la asistencia social; las personas trabajadoras que prefieran estar dispuestas a sacrificar ingresos por una vida más autónoma; las mujeres que decidieran comprobar la realidad de una vida laboral, o de liberarse del peso de las tareas domésticas y del cuidado de los niños y los mayores de la familia; los hombres que pensasen que ha llegado el momento de compartir las responsabilidades familiares que conlleva el trabajo doméstico; las personas sindicalistas que querrán mejorar las condiciones de trabajo y seguridad económica de sus compañeros(as); las personas activistas verdes defendiendo la implantación de una economía sostenible, etc. Por su carácter transversal, la RB tiene además la ventaja y el atractivo de poder aglutinar a la mayoría de los movimientos que componen la izquierda: el movimiento sindicalista, el movimiento en torno a la economía social, el movimiento feminista, el movimiento verde, el movimiento okupa, el movimiento contra el paro, la pobreza y la marginación, los movimientos por la profundización democrática y los derechos humanos, el movimiento estudiantil, el movimiento pacifista, etc. Es decir, la RB aborda una multitud de intereses comunes, los cuales pueden servir de puntos de partida para conseguir una serie de acuerdos y establecer una acción movilizadora conjunta, a través de la elaboración de un Programa común de objetivos mínimos


" Al tratar el tema del programa de implantación de la RB es importante destacar que la propia naturaleza de la RB es importante destacar que la propia naturaleza de la RB hace que, actualmente, el Estado sea el único ente con capacidad suficiente para obtener el consenso social y los fondos necesarios para tan vasta operación de redistribución .”