Recuerdos de mi infancia
De hecho Iglesias plantea dos dudas que no tienen respuesta desde las posiciones precapitalistas, ya sean liberales o keynesianas:
Suma y sigue: la acumulación
Actualmente, ni han desaparecido los objetivos de la acción del Estado ni se ha alterado la prioridad entre ellos. Para conseguir el primer objetivo, el gobierno favorece a los representantes del capital mediante políticas en forma de ayudas, subvenciones, bonificaciones, deducciones fiscales, subsidios, inversiones en infraestructuras industriales que apoyen la investigación en nuevas tecnologías, la modernización de los procesos productivos, apoyo a la comercialización, así como que el gasto público se haga cargo de los costes por las externalidades negativas que generan las industrias: polución de aire y aguas, recogida de residuos tóxicos y de basura nuclear, reciclajes, etc. Destaco algunos de los ejemplos más recientes.
El primero lo encontramos en la reforma del mercado laboral pactada y firmada con el gobierno Zapatero por los empresarios y los sindicatos es un buen ejemplo de este tipo de regalar dinero público a las empresas capitalistas. (1) Según nos informa la prensa, supone nada menos que la concesión a los empresarios de unos 4.210 millones de euros anuales. Todo un detalle de delicadeza con dinero de todos. Además, Zapatero puntualizó que la rebaja de cuotas de la reforma es, “la tercera en los últimos 25 años y la tercera efectuada en un Gobierno socialista”. Pronto nos dirán a cuánto asciende la parte que beneficia a los sindicatos firmantes por colaborar en el acuerdo que Zapatero calificó de histórico, pues estas entidades tampoco apoyan o firman nada graciosamente.
Según los cálculos de los expertos del Ministerio de Trabajo, la Renta Básica de los empresarios que percibirán anualmente se desglosa de la siguiente manera:
Sin embargo, con este dinero se podían atender muchas otras necesidades sociales, tales como:
Medidas pensadas para ayudar a las empresas, pocas a los trabajadores
Por descontado que podríamos continuar citando bastantes más casos de ayuda a la acumulación capitalista. “En su intervención en el debate sobre el estado de la Nación, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy una reducción del 50 por ciento de la cotizaciones a la Seguridad Social para aquellos empresarios menores de 35 años que contraten a su primer trabajador indefinido. Zapatero precisó que esta medida se incluirá en el Plan de Fomento Empresarial, previsto para potenciar la creación de empresas por parte de los jóvenes.
Todas las medidas están pensadas para ayudar a las empresas en su actividad productiva; en pocas ocasiones aparece una medida de apoyo económico directo a los trabajadores o a sus familias, si acaso promesas, como señaló en el mismo discurso: “los agentes sociales y el Gobierno negocian una reforma de la Seguridad Social que incluirá medidas pactadas para mejorar las prestaciones futuras y la situación de los más desprotegidos.
Pero, preguntémonos, ¿cómo justifican ante la opinión pública los agentes políticos y los sociales este tipo de RB a los empresarios? Dicen que las medidas que incluye la reforma del mercado laboral están encaminadas a mejorar la productividad y a promover los contratos indefinidos. Dicen, pero lo curioso es que esta misma explicación es la que dieron en las cinco reformas anteriores (ver cuadro más abajo), pero la precariedad ha aumentado. Tomando los datos que disponemos en este momento, desde 1990 al 2004, en estos catorce años:
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